Madrid. 29 de octubre de 2021. Powell ha participado en un debate online organizado por la Fundación Ramón Areces para analizar el Brexit en un contexto histórico bajo el lema ‘Rupturas europeas. Dos ejemplos históricos contemporáneos’. En esta sesión, se ha comparado la desmembración del Imperio Austro-Húngaro, que fue una catástrofe tanto desde el punto de vista político como económico, con la protagonizada por el Reino Unido en estos últimos años. Los ponentes han coincidido en que, “aunque todavía es pronto para evaluar las consecuencias de la marcha del Reino Unido de la UE, no conviene en ningún caso minusvalorarla”.

“Siempre pensé que habría espacio para Reino Unido en la UE”, ha lamentado Powell. “Hemos perdido en este momento de globalidad a uno de los actores más globales de toda la Unión Europea”, ha añadido. Para este historiador británico, “Reino Unido era la segunda o tercera economía de la UE dependiendo del momento, y es -junto con Francia- el único país que está en el Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene armas nucleares, que tiene una capacidad de defensa potente, capaz de proyectar fuerzas, de poner a 100.000 soldados en otra parte del mundo, con una presencia global espectacular. Solamente Francia está más o menos a ese nivel”. A continuación, el director del Instituto Elcano ha asegurado que “en momentos así, los europeístas intentamos hacer de la necesidad virtud”.

Ha admitido también que “Reino Unido jamás habría aceptado la moneda única” y ha recordado cómo “la presencia del Reino Unido en la UE daba alas a quienes se resistían a una mayor integración, que a menudo se colocaban detrás de Reino Unido para no tener que enfrentarse a otros Estados miembros”. Powell ha destacado que, una vez que Reino Unido ya no está, esa oposición ha disminuido, si bien ha aceptado que la oposición a una mayor integración europea sigue existiendo. “No era solo Reino Unido el que no compartía esa idea de una mayor integración, también están en esa línea los holandeses, los austriacos… Hay otros países, por supuesto los del Este, que tienen una visión distinta”.

Powell ha reivindicado el lema de la UE -‘unidos en la diversidad’- para reconocer que la salida de Reino Unido “se negoció como se tenía que negociar: 27 contra uno, con la Comisión en última instancia actuando como guardián de los tratados”. “Es lo que está haciendo ahora con Polonia. Polonia está poniendo en duda las bases del sistema y creo que quizá deberíamos de ser un poco más intransigentes ahora”, ha defendido Powell.

En este debate, organizado por la Fundación Ramón Areces, también se ha declarado europeísta Mercedes Cabrera, catedrática de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Universidad Complutense de Madrid. “Los españoles tenemos una especial propensión a pensar que la Unión Europea no es la solución… Es cierto que la UE tiene muchos problemas de funcionamiento por esa diversidad que la caracteriza, pero no sé si me gustaría una Europa más uniforme”. Cabrera ha admitido que el proceso de construcción política europea “es una peculiaridad única, no existe nada parecido en ningún lugar”. Y ha recordado cómo “de vez en cuando tenemos la tentación de decir que no funciona lo bien que debería de funcionar porque no es realmente una democracia nacional. Pues claro que no lo es, es otra cosa”. Y ha lanzado una pregunta retórica: “Si se van algunos, ¿estaremos más unidos?”.

Por su parte, el catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad de Alcalá de Henares, Pablo Martín-Aceña, ha coincidido con Powell y Cabrera en que “el Brexit ha sido un gran divorcio de consecuencias aún imprevisibles”. Ha admitido que los efectos reales están aún por ver, tanto para el Reino Unido como para el conjunto de la UE y para el resto de Europa. “Realmente, en estos 43 años de andadura juntos, no les ha ido mal a los británicos -al menos económicamente-, porque dieron un salto espectacular como lo dio la propia España con su integración en 1986. Reino Unido fue de los países que más se benefició”. En otros ámbitos, más allá del político y del económico, Martín-Aceña ha lamentado “que se haya ido la patria de Los Beatles y de tantos otros…”