Las tecnologías digitales han contribuido a mitigar, de forma significativa, el impacto  negativo de la pandemia covid-19 en la actividad económica, en la prestación de servicios públicos, en la educación, en la investigación científica y en la vida de los hogares. Algunos ejemplos claros de esta aportación son la implantación rápida del teletrabajo, la formación online en todos los niveles del sistema educativo, la utilización intensiva de la videoconferencia tanto en el ámbito profesional como en el personal, el incremento significativo del comercio online, que ha permitido a muchas empresas mantener gran parte de sus ventas con las tiendas cerradas o las plataformas de contenidos audiovisuales para el ocio y la cultura.

En el campo de la investigación médica, las tecnologías digitales han permitido crear redes globales de conocimiento, integrar y procesar toda la información sobre la evolución de la pandemia en todos los países, desarrollar modelos analíticos y predictivos sobre esa evolución, crear herramientas digitales de rastreo, el pasaporte digital de vacunación, etc. todo ello con una agilidad nunca vista en la obtención de resultados eficaces en la lucha contra una pandemia.

En estos momentos, gracias al proceso masivo de vacunación, estamos en una nueva etapa en la que el control de la pandemia está permitiendo la recuperación económica. Muchos sectores han recuperado ya niveles prepandemia en sus principales indicadores y parece haber consenso en que seguir avanzando en la digitalización en todos los sectores va a ser un factor clave para alcanzar una recuperación rápida, plena y sostenible. Sin embargo, aún surgen dudas sobre en qué consiste realmente una digitalización eficaz y cómo esa digitalización puede actuar como un motor de la recuperación. Son muchas las tecnologías digitales disponibles: Cloud Computing, Big Data, Inteligencia Artificial, aplicaciones móviles, Internet de las cosas, Blockchain, robotización, etc. y no siempre está claro cuáles aplicar y en qué proyectos para conseguir el impacto deseado.

Debatiremos sobre qué entendemos realmente por digitalización, por qué la digitalización puede ser un motor clave en la etapa actual de recuperación y cuáles son las tecnologías y proyectos que se han de priorizar para conseguir ese efecto motor.

Analizaremos las barreras y amenazas que, a veces, dificultan los procesos de digitalización: escasez de talento digital, falta de cultura digital empresarial, ciberdelincuencia, amenazas a la privacidad, sesgo de los algoritmos, brecha digital social, generacional o de género, etc.  ¿Cómo evitar que estas barreras y amenazas puedan frenar los procesos de digitalización y comprometer la tan esperada recuperación? Dar respuesta a estas preguntas puede ayudar a evitar el impacto negativo de tales obstáculos.

Y, por último, realizaremos un análisis comparativo de la situación de España en su madurez digital comparada con otros países de nuestro entorno. ¿Qué se está haciendo bien? ¿En qué hemos de mejorar? ¿Van a ser eficaces los fondos europeos de recuperación para avanzar en la digitalización de nuestras empresas y de la administración? ¿Están siendo las empresas y la administración suficientemente ágiles a la hora de abordar sus procesos de digitalización?