El transporte aéreo a pesar de tener solo un siglo de antigüedad ha transformado nuestro mundo acortando las distancias y contribuyendo al mundo global en el que vivimos. Las aeronaves son vehículos de transporte producto de una industria altamente innovadora que ha duplicado la eficiencia de sus turbinas con respecto a su valor en 1990.

A pesar de estas mejoras, la aviación representa un 2,5% de las emisiones de CO₂ mundiales y desde los años 2000 existe una voluntad de la industria de reducir dichas emisiones en 2050 a la mitad de lo que se emitía en 2005.

Este plan se compone de diversas acciones en áreas como: mejoras tecnológicas de las aeronaves, una gestión más eficiente del tráfico aéreo y de sus operadores, el establecimiento de un mercado de compensación de emisiones y, por último, la producción de combustibles de aviación sostenibles o SAF´s (Sustainable Aviation Fuels).  Este último apartado se prevé que sea el de mayor impacto con un 65% de la reducción de emisiones.

El combustible tiene una importancia vital para la aviación ya que debe garantizar el funcionamiento del avión en condiciones muy exigentes y garantizar de forma inequívoca la seguridad de los pasajeros. También hay que tener en cuenta que para una compañía aérea el combustible supone su mayor coste operativo. El keroseno, procedente del petróleo, es el combustible de referencia y sustituirlo supone un reto para las compañías aéreas y para las empresas energéticas.

Para conocer este reto, vamos a analizar las propiedades que debe tener un combustible de aviación y su proceso de certificación para garantizar la seguridad de su empleo. Trataremos las diferentes tecnologías para su producción y la disponibilidad de materias primas que garanticen su uso en todo el mundo. También compararemos los combustibles de origen biológico o producidos a partir de CO₂, con las tecnologías basadas en el hidrógeno verde o las baterías eléctricas. Se analizarán varias estimaciones sobre el precio de los combustibles de aviación sostenibles y las inversiones necesarias para su implantación. Por último, haremos un repaso de las normativas aplicables y los criterios de sostenibilidad para garantizar una reducción de emisiones de CO₂ efectiva.

La producción de combustibles de aviación sostenibles es un ejemplo de cómo la colaboración entre las industrias aérea y energética, puede ayudar a la transición energética del transporte aéreo gracias a la innovación y a la gestión eficiente de los recursos.