En efecto, no cesan de aparecer multitud de preguntas a la vez que adquirimos nuevos conocimientos. Ello nos obliga incesantemente al replantear nuestros modelos, alternativos y/o mejorados, que incorporen unos esquemas y conceptos cada vez más refinados.

Cajal se refería al cerebro como un "bosque inextricable" y es considerado el órgano culmen de la evolución al albergar las claves para descifrar las funciones psíquicas, desde las más básicas y arcaicas, hasta las más complejas, características de nuestra especie. En él se alojan los mecanismos neuronales de control motor, de regulación funcional periférica, de sensibilidad somestésica y sensorial constituyendo así el órgano central de nuestro control individual.

Ciertamente, puede asegurarse que nos enfrentamos a la complejidad hecha un órgano biológico, al que numerosos investigadores de todo el mundo dedican sus esfuerzos para lograr mayores cotas de conocimiento desde sus diferentes áreas y perspectivas. No parece por tanto, que sea posible abordar este campo, con las mínimas garantías de alcanzar buenos resultados, exclusivamente desde nuestras disciplinas académicas actuales. Es absolutamente necesaria la colaboración desde diferentes centros (hospitales, centros de investigación y universidades), con sus varios departamentos, para alcanzar logros de calidad. Un estudio, con un mínimo de solvencia científica, precisará de observaciones y análisis a varias escalas, abarcando desde lo molecular a la clínica sintomática.

Con estos principios generales pero, desde un punto de vista ya mucho más pragmático, en Neurociencias, se desarrollan nuevas actuaciones médicas sobre el curso y la prevención de enfermedades tan devastadoras como la enfermedad de Alzheimer. Permiten, asimismo, una mejor reparación de aquellos sistemas dañados por accidentes transitorios vasculares. Generan nuevas terapias que, al menos de un modo más eficiente, permitan modular o ralentizar la evolución de enfermedades neurodegenerativas que no tienen cura en la actualidad. Ello significa, sin duda, una mejora de la calidad de vida de las personas.

En este sentido se puede destacar que se encuentran en fuerte desarrollo las técnicas de neurorregeneración centradas en la discapacidad asociada a patologías neurológicas diversas. Hace bien poco, todavía se pensaba que los daños en el sistema nervioso eran permanentes sin posibilidad alguna de recuperación. Esta forma de pensar, que estaba fuertemente enraizada, ha ido cambiando con las implicaciones neuroterapéuticas de recuperación, que ya son una realidad con resultados ciertamente esperanzadores.

Estamos todos implicados pues, con las más de 1.000 enfermedades que afectan al sistema nervioso en general y al cerebro particularmente, el número de hospitalizaciones asociadas a estas patologías, es mayor que las que se derivan de cualquier otro grupo, incluyendo a las cardiacas o las relacionadas con el cáncer.

Ligadas con la tecnología, se encuentran las interfaces cerebro-máquina que pueden encontrarse en desarrollo en los campos más diversos. Desde los lúdicos o de entretenimiento, hasta aquellos dedicados ya al desarrollo de prótesis y ayudas para muchas discapacidades y en general en aplicaciones directas para la clínica.

Por otra parte, ya completamente integradas en nuestros hospitales, encontramos tecnologías de Neuroimagen y Señales que, partiendo de la Física han llegado a las ciencias de la salud. Los ejemplos son casi innumerables: EEG, MEG, la Resonancia Magnética, técnicas tomográficas diversas usando radiaciones ionizantes como SPECT, PET, CT, o las que emplean los ultrasonidos para la medición del flujo sanguíneo cerebral con implicaciones directas en la hemodinámica vascular y sus patologías etc.

En resumen, las Neurociencias están sin duda entre los campos en los que más claramente requiere la aproximación multidisciplinar. Desde lo más básico y teórico, hasta las soluciones mucho más prácticas como las que se exige ya en los hospitales. No obstante cada vez es más rápida la transferencia de los conocimientos que surgen de la investigación, hacia la clínica más cotidiana, salvaguardando siempre, eso sí, las etapas que aseguran su integración segura para los pacientes.

En esta serie de charlas se presentan las visiones desde diferentes puntos de vista. Desde los modelos especulativos físico-matemáticos de redes neuronales en el cerebro que se utilizan en los estudios en neurociencias. Investigaciones Biomédicas en los hospitales (en Neurología, Neurocirugía, Psiquiatría, Neurofisiología etc.) en la Universidad y en los Centros de Investigación. Desde la biología en el laboratorio hasta la médica en la clínica. Desde los modelos físico-matemáticos de redes en el cerebro a la Ingeniería Biomédica y sus aportaciones a las Neurociencias.