Ana Pastor y Julián García Vargas recuerdan el papel conciliador de José María Martín Patino

Madrid. 11 de junio de 2025.  La Fundación Ramón Areces y la Universidad Pontificia Comillas han rendido homenaje a José María Martín Patino, destacado protagonista de la Transición española a la democracia, coincidiendo con los 100 años de su nacimiento. Con tal ocasión, han celebrado una mesa redonda y publicado el libro ‘Pasión por el diálogo y el encuentro. Escritos escogidos’.

Los ex ministros Ana Pastor (Sanidad y Fomento con el PP) y Julián García Vargas (Sanidad y Defensa con el PSOE) y el ex rector de la Universidad Pontificia Comillas y catedrático Julio L. Martínez Martínez han ensalzado en esta mesa redonda celebrada en la Fundación Ramón Areces el papel conciliador de este sacerdote jesuita. En los momentos actuales, también han echado en falta el carisma y la personalidad de quien “sabía tender puentes como nadie” entre polos opuestos. Tanto Pastor como García Vargas han reconocido echar de menos en la actualidad contar con una figura de consenso como lo fue Martín Patino.

En la presentación, el director general de la Fundación Ramón Areces, Raimundo Pérez-Hernández y Torra, ha trazado una semblanza de Martín Patino, al que ha descrito como “una persona comprometida con el bien, la verdad, la democracia y la reconciliación de las dos Españas”. “Fue un hombre de concordia, muy consciente del momento trascendental de la Historia de España que le tocó vivir, siempre con visión a largo plazo, conciliador de distintas sensibilidades y maneras de entender la realidad del país”, ha añadido.

A continuación, Antonio Allende, Rector de la Universidad Pontificia Comillas, ha destacado cómo este jesuita salmantino, colaborador del cardenal Tarancón, hizo del diálogo y el encuentro una forma de vida. “Fue un activista por la reconciliación”, ha dicho. Y poco después ha recordado una reflexión que hizo el propio Martín Patino a los 76 años: “La utopía de toda mi vida fue la comprensión, el respeto de lo que en cada ser humano hay de verdad. No creo que haya problemas imposibles de resolver entre los humanos”.

La moderación de la mesa redonda ha corrido a cargo del periodista Fernando González Urbaneja, quien también trató personalmente durante años al protagonista de este encuentro. González Urbaneja se ha atrevido a definir este debate como una “extravagancia” por sentar juntos en estos momentos a dos destacadas personalidades de los principales partidos políticos en un debate sosegado. Y se ha preguntado: “¿Qué opinaría hoy de la situación actual Martín Patino?”

Julio L. Martínez Martínez, exrector y catedrático de la Universidad Pontificia Comillas, ha recordado como “algo crucial en la comprensión de Martín Patino que la reconciliación es algo intrínseco en los jesuitas, algo que ya quedó reflejado en 1550 en la Fórmula del Instituto de la Compañía de Jesús: ‘Reconciliar desavenidos’”. Martínez ha aportado datos sobre la biografía del homenajeado, como el hecho de que sus padres fueran maestros, de ahí su preocupación continua por la enseñanza. También marcó su vida que cuando contaba solo 11 años estallara la Guerra Civil. Este catedrático ha recordado cómo el Papa Francisco fue elegido pontífice en el año 2013 y Martín Patino falleció solo dos años después, la víspera de su 90 cumpleaños. “Francisco adoptó esa misma filosofía del encuentro. Martín Patino la llevó a cabo en España y Francisco la desarrolló en todo el mundo. Son dos historias paralelas con una fuente común”.

Julio L. Martínez ha puesto como ejemplo de esa unión de diferentes sensibilidades la homilía escrita entre otros por Martín Patino y que leyó el cardenal Tarancón en la misa de coronación de Juan Carlos I. “En los colegios e institutos debería de ser de lectura obligatoria como ejemplo de unión de todos, para recordar cómo todos dejaron sus puntos de vista a un lado para mirar hacia adelante. Si no hay respeto institucional, no puede haber diálogo. En los últimos años, lo peor que ha pasado es dilapidar las instituciones por los intereses particulares. Con esto, Martín Patino no claudicaba”, ha añadido.

Por su parte, Julián García Vargas, exministro de Sanidad y de Defensa del Partido Socialista, ha reconocido echar de menos a Martín Patino en un momento en el que “el insulto protagoniza la vida política”. Ha añadido que su personalidad fue poco convencional y lo ha calificado como “sutil observador de la sociedad española y de su evolución, protagonista en la sombra, excelente persona, analista político agudo”. De Martín Patino ha dicho García Vargas que fue un cristiano en el mundo y para el mundo. Entre otros logros, ha recordado cómo le animó a intensificar las misiones internacionales en defensa.

Martín Patino, que impulsó la Fundación Encuentro, responsable del ‘Informe España’ sobre la realidad social de nuestro país, animó a García Vargas a colaborar con él cuando este dejó la política activa. Su participación en este estudio se inició en el año 2000 y ha redactado desde entonces tres capítulos sobre el estado de bienestar y la salud. “Le preocupaba que el papel de la Iglesia en la Transición se olvidara, sobre todo, entre los más jóvenes. Y que el consenso comenzara a diluirse en los años 2000”. Este exministro de Sanidad y Defensa con el PSOE ha ensalzado la figura de consenso que fue Martín Patino, “tan necesario hoy como en los tiempos de la Transición”. Este político se ha atrevido a mencionar los cinco puntos en los que, a su juicio, debería haber acuerdo entre los grandes partidos: facilitar el acceso a la vivienda de los jóvenes; las retribuciones en los jóvenes; la pobreza infantil; la inmigración; y los programas de seguridad y defensa.

Por su parte, Ana Pastor Julián, presidenta de AMA GRUPO, expresidenta del Congreso y exministra de Sanidad y de Fomento con el Partido Popular, ha destacado “el conocimiento tan profundo de la sociedad española y su bagaje cultural inmenso” que atesoró el homenajeado en esta mesa redonda. “Fue un intelectual brillante y una figura silenciosa, pero esencial en la construcción de la cultura del encuentro y de la reconciliación”, ha incidido Pastor.

“Pese a que no era político, sabía más de los políticos que los políticos mismos. Sin estar en el Parlamento, conocía mejor a algunos diputados que yo, que sí estaba allí”, ha expresado Pastor. Esta política ha destacado su visión abierta de la Iglesia “hacia un modelo más cercano, hacia el entendimiento con sectores laicos, progresistas, con creyentes, no creyentes... Tendió puentes entre modernidad y tradición en la Iglesia y en la sociedad. Creó espacios de reflexión donde cupieran todas las voces. Nunca se posicionó desde el sectarismo, no daba lecciones a nadie, defendía una España plural, integradora, diversa en lo cultural, religioso e ideológico”.

Ana Pastor ha recordado cómo empezó a tener contacto con Martín Patino a raíz de que Mariano Rajoy le encargara en 2004 ocuparse de la sanidad, las pensiones y la dependencia. “Martín Patino me llamó porque le preocupaba mucho la educación y otros temas como la dependencia, la longevidad… Lo que más le preocupaba era que no hubiera un debate ideológico sobre cómo formar a las futuras generaciones. Me llenó de esperanza. Y me reunía con él y con la encargada del PSOE de mis áreas para acercar posturas en aspectos de la reforma educativa, elaborando documentos de consenso. La huella de Martín Patino sigue en las reformas que se introdujeron, como la formación en valores y las enseñanzas comunes”. “Me enseñó que puedes llegar a grandes acuerdos sin renunciar a tus principios. Donde hay diálogo verdadero, hay humanidad compartida”, ha concluido.